Abstract:
Los recubrimientos comestibles para frutas y verduras han logrado prolongar la vida útil de los alimentos postcosecha. Dichos recubrimientos a base polisacáridos o proteínas, que incorporan en su formulación lípidos y plastificantes, sirven de barrera para intercambio gaseoso, protegen a los alimentos debido a sus propiedades mecánicas, reducen pérdidas nutricionales y organolépticas, no alteran la composición fisicoquímica y adicionan protección antimicrobiana. Actualmente, los recubrimientos comestibles están formados a base de compuestos bifásicos o trifásicos combinados en una matriz polimérica que potencian, funcionalizan o adicionan nuevas propiedades al recubrimiento, que, de la mano con el uso de la nanotecnología en la industria alimentaria han permitido obtener nuevos recubrimientos comestibles al incorporar a la matriz polimérica compuestos antimicrobianos, antioxidantes y con potencial bioactivo. Asimismo, el uso de métodos de homogenización, como microfluidización y ultrasonicación, permiten obtener nanoemulsiones con tamaño de gota nanométrica y uniformes, lo que brinda al recubrimiento nuevas características que con el uso del electrospinning (electrohilado), como método físico de aplicación del recubrimiento, puede devenir en nanofibras con alto potencial para el control microbiológico, organoléptico y nutricional, aplicable para la conservación de frutas y verduras. Este artículo revisa el uso de algunas innovaciones en recubrimientos comestibles con material nanoestructurado para la conservación de frutas y verduras.