Abstract:
En los últimos tiempos políticos, activistas ambientales, periodistas y otros líderes de opinión han dirigido sus armas contra los plásticos. Este mal concepto nace como resultado de los cambios en el entorno como consecuencia de la utilización de nuevas fuentes de energía, tanto nuclear como la de combustibles fósiles y el desarrollo de la industria petroquímica en especial la de los plásticos que se da a partir del descubrimiento del petróleo. Sin embargo y a pesar de las consideraciones ambientales el plástico ha construido nuestro mundo hasta el punto en que hoy es difícil imaginar nuestra vida sin él. Muchos diseñadores han sostenido desde mediados del siglo XX, que los artículos de buena calidad pueden ser bellos y no tienen que costar mucho dinero. El matrimonio de diseñadores formado por Charles y Ray Eames proponían proporcionar a la gente lo mejor al precio más bajo posible, para ello emplearon en sus diseños aluminio, madera contrachapada, algunos otros materiales y principalmente plástico. La opinión del diseñador francés Philipe Starck, concuerda con la de sus antecesores. Le gusta este material por sus posibilidades democráticas y porque a diferencia de los materiales naturales es producto de la inteligencia humana, perfecto para nuestra civilización humana. Sostiene que desde una perspectiva ecológica que es preferible utilizar plástico en lugar de madera. El diseñador danés Verner Panton no se sentía inspirado por las fibras naturales ni la madera. Imaginaba formas orgánicas y colores chillones. Le atraían los materiales nuevos surgidos luego de la segunda guerra mundial, Perfiles de acero, madera contrachapada y sobre todo plásticos. A principios de los sesenta ya tenía reputación por sus diseños lúdicos. Amobló un hotel con muebles de plástico inflable, diseño paneles de pared de plástico retro iluminado, lámparas en forma de ovni y sillas con cilindros de metal laminado y gracias a la tecnología de moldeo por inyección de plástico creó su famosa silla de una sola pieza. Con una mirada más crítica, muchos objetos plásticos han sido cuestionados aún por la gente de la misma industria. Una evolución barata de la silla de una sola pieza fue la silla monoblock en la que se usa el mínimo material posible. Rolf Fehlbaum, presidente de Vitra Design afirma que se puede percibir la idea de bajo precio implícita en el producto, que la silla sugiere un mínimo moral: como hacerlas lo más baratas posible para que duren pocos años y luego las puedas tirar.