Abstract:
En lo general, la obra de San Agustín no está asociada con la filosofía del buen vivir tal como se la encuentra tan caracterizada en la antigüedad. Al contrario, el padre de la Iglesia se asocia más bien con un distanciamiento de la existencia terrestre y una disociación de la filosofía con la pregunta ética de la vida feliz. Así se pierde de vista el interés fundamental de Agustín por los orígenes de la pregunta por el buen vivir y la búsqueda de la felicidad. El presente artículo presenta las interpretaciones del Agustín temprano acerca del problema del mal desde tres enfoques: una aproximación metafísica, una epistemológica y una ética. Desde cada enfoque se puede indicar la forma y el impacto del mal, llevando a una triple propuesta de la vida feliz en respuesta al problema del mal. Así encontramos en Agustín un filósofo aún integrado en la filosofía antigua del buen vivir, con una propuesta basada, no en la renunciación de la vida, sino en una toma de posición ética que busca definitivamente responder al problema del mal.