Abstract:
Empecemos hablando del concepto de calidad en salud, el cual se ha implementado paulatinamente en los países latinoamericanos, por la falta de recursos, y de conocimientos de base. En salud, la gestión de la calidad implica una serie de procesos interrelacionados: desde la función directiva de planificación estratégica y toma de decisiones oportunas, hasta la función operativa encargada de realizar los procesos organizativos o logísticos. Todo se lleva a cabo mediante un trabajo en equipo, de corte multidisciplinario, bajo una misma consigna: la satisfacción del cliente. Los pacientes son el eje hacia quienes deberían dirigirse todos nuestros esfuerzos, pues ellos son la razón de ser, el núcleo de todos los que trabajamos en salud. Por tanto, la humanización de la asistencia en salud, debe ser el enfoque principal de la gestión de la calidad. Promover la calidad significa hacer las cosas bien. Dentro de esta noción se integran, principalmente, la seguridad del paciente como una generación de cultura y la organización, entendida como la toma de conciencia de la necesidad de seguir procedimientos que pre-vengan el daño en el paciente que, en ocasiones, podría ser irreversible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define: “la calidad de la asistencia sanitaria es asegurar que cada paciente reciba el conjunto de servicios diagnósticos y terapéuticos más adecuados para conseguir una atención sanitaria óptima, teniendo en cuenta todos los factores y los conocimientos del paciente y del servicio médico, y lograr el mejor resultado con el mínimo riesgo de efectos iatrogénicos y la máxima satisfacción del paciente con el proceso”.