Abstract:
La triple línea base mide las gestión empresarial en los aspectos económico, social y ambiental, como respuesta a la presión de grupos de interés específicos, también llamados “stakeholders”. Para dar una respuesta acertada a los “stakeholders”, el uso de una infraestructura emergente para la responsabilidad corporativa permite identificar efectivamente a estos grupos de interés. Al establecer los objetivos a ser medidos para obtener los resultados de la triple línea de base se da lugar a la administración en pro de la sustentabilidad. Hoy en día, la sustentabilidad se considera una revolución en siete aspectos distintos: los mercados los valores, la transparencia, la tecnología de ciclo de vida, alianzas, períodos y gobernanza corporativa, y en esta última revolución dio lugar a la responsabilidad corporativa. Con la finalidad de tener un mejor futuro basado en el progreso equitativo social y la conservación ambiental, acompañados de un desempeño económico positivo, esta cultura de responsabilidad corporativa debe gestionarse con el propósito de mitigar una serie riesgos globales que ponen en peligro este futuro ideal. Un futuro que es posible alcanzar en base a cambios radicales y la formación de agentes de cambios que construyan el siguiente capítulo de la administración de empresas.