En este Boletín incluimos temas de enorme novedad en el campo de la seguridad. Una lectura transversal de los artículos indica que el Estado, como organización política de la modernidad se encuentra frente a desafíos extremos. Justamente es el factor que por excelencia le caracteriza, esto es, el monopolio legítimo de la violencia, el que se ve sometido a presiones inéditas frente a las cuales no ha hecho sino claudicar dentro de una tendencia orientada al pragmatismo. A nivel mundial, se registra la intensificación de las acciones de los grupos que utilizan la guerra asimétrica frente a los cuales las fuerzas militares resultan incompetentes. Las respuestas estatales siguen un mismo patrón: a cada acción asimétrica le sigue una reacción de las fuerzas de seguridad, hasta configurar una espiral sin fin de la violencia, característica principal de las guerras actuales. También en el ámbito internacional (así como en el nacional) los cárteles del narcotráfico y la delincuencia organizada golpean a los Estados por dentro y por fuera. Frente a ello, los Estados gastan enormes recursos sin lograr resultados y reciben la presión de la opinión pública cada vez más desfavorable a su imagen. La impaciencia de las comunidades ha hecho brotar fenómenos como los de la justicia por mano propia y recientemente respuestas tan novedosas como la de los comuneros de Michoacán, México, constituidos en autodefensas contra los cárteles que los azotan. Los artículos sobre la militarización de la Seguridad Pública y sobre los impactos del Documento de Montreux, cinco años después de haber sido propuesto a los Estados para hacer frente a la proliferación de las compañías de seguridad privada, sin apenas controles por parte de éstos, muestra un panorama preocupante: no solo los Estados acuden a la seguridad privada – que constituye el indicador más eficiente para entender hasta qué punto ha perdido amplios márgenes del monopolio legítimo de la violencia y de autoridad, sino que son los propios organismos internacionales, como la ONU, los que recurren a ella. El tema de la militarización de la Seguridad Pública corre por el mismo camino, pues también en este aspecto se incluye la presencia de la seguridad privada.