Abstract:
El escritor austrohúngaro Franz Kafka, en su novela El proceso, además de narrar la historia del protagonista K. en su tortuoso camino hasta ser declarado culpable de un crimen que desconoce, presenta, de manera conjunta y semánticamente paralela, otra singular historia: un campesino que desea atravesar las «puertas de la Ley», pero no puede debido a la presencia de un guardia que, una y otra vez, le niega la entrada; finalmente el campesino envejece y muere sin poder conocer la Ley. No es objetivo del presente artículo analizar, a nivel literario, esta narración, sino señalar que permite pensar fenómenos políticos contemporáneos. En el relato, uno de los giros irónicos ocurre cuando el guardia, justo antes de la muerte del campesino, revela que la puerta siempre estuvo abierta y a nadie le había sido posible atravesarla. ¿Por qué entonces el campesino que luchó y esperó toda su vida para cruzar la puerta de la Ley se vio imposibilitado de hacerlo? ¿Cómo entender esta extraña paradoja que hace de unos sujetos poseedores de derechos y, a la vez, incapaces de ejercerlos? ¿No encontramos en la sociedad contemporánea nuevas escenas, semejantes a esa narración, en las cuales miles de hombres y mujeres reclaman atravesar las «puertas de la Ley» y, sin embargo, el Estado o los grupos económicos dominantes les impiden ejercer plenamente su ciudadanía?