Abstract:
La crisis social, como un evento sorpresivo o como una complejidad procesual, pone en evidencia la relevancia de una postura más humana en el mundo de la Academia (García Acosta, 2018). El 16 de abril del 2016 el Ecuador sufrió un terremoto de magnitud 7.8 en la escala de Richter, el resultado de este desastre fueron 661 personas fallecidas y 22.754 se quedaron sin hogar (Secretaría de Gestión de Riesgos, 2016). El terremoto no solo se trató de un fenómeno ambiental-tectónico, sino que también su aparición causó una alteración en los cimientos del Estado, sus instituciones, la academia y en los sentidos tan diversos que adquirió la palabra “ciudadanía”.