Abstract:
Las Instituciones de Educación Superior pueden ser analizadas como organizaciones sociales que poseen una cultura propia, inmersas en otras culturas; dentro de esta dinámica se produce la formación integral (profesional y social) de los estudiantes que provienen de contextos diversos: en valores, habilidades y conocimientos. Además, este espacio de aprendizaje es legitimizado por la sociedad. Uno de los grupos que conforma la comunidad universitaria, es el de los estudiantes con discapacidad quienes no solo enfrentan barreras físicas y sociales, sino lo más complejo, su verdadera integración. Por este motivo, las IES deben promover culturas organizacionales inclusivas. Así mismo, es necesario incluir en los estudios y análisis de los aportes que puede recibir este grupo, en el contexto legal ecuatoriano y las entidades con las que se cuenta para atender sus necesidades. Esta situación se complica cuando los estudiantes con discapacidad terminan sus estudios e inician una nueva etapa hacia la inclusión laboral, donde el problema se agrava, puesto que las plazas se llenan por cumplir un requerimiento jurídico, soslayando la necesidad individual de cada uno. La cultura organizacional y el marco legal con enfoque de inclusión permiten tener un espectro amplio de lo que la institución debe realizar en pos de mejorar el trabajo de las personas con discapacidad. Sin embargo, estos aspectos deben concretarse en acciones específicas que la unidad de Recursos Humanos considere mediante la adaptación de los procesos de gestión de personal y la implementación de apoyos sociales específicos en cuestión de metodología de trabajo, TIC´s y comunicación para lograr una real cultura inclusiva.