Abstract:
Austin y Searle (1962,1969) concuerdan en que la obra literaria es algo que se efectúa a través del lenguaje, es decir, un discurso. Sin embargo, a la hora de estudiar la literatura desde el punto de vista de la pragmática tenemos que ser conscientes de que esta se puede definir como un acto de habla en el que se encuentran canceladas las reglas ilocutivas usuales. Según Searle, (1969,1971) lo que se está llevando a cabo de verdad al escribir es la emisión actos de habla imitativos como si estuvieran siendo realizados por alguien. Para él, sería un acto de habla indirecto en donde el autor no está diciendo necesariamente lo que aparece en la obra. En esa misma línea se sitúa Richard Ohman(1977:28) quien opina que los actos de habla que se dan en un texto literario no pueden considerarse como tales, ya que no poseen la fuerza ilocutiva de la que disfrutan los actos de habla no literarios: «El escritor finge relatar el discurso y el lector acepta el fingimiento, el lector construye (imagina) un hablante y una serie de circunstancias que acompañan al casi acto de habla y lo hace apropiado, o no apropiado, la literatura imita actos de habla que no tienen capacidad de llevarse a cabo.